lunes, 4 de abril de 2011

UN POCO DE MI

Aun recuerdo cuando yo era una simple gota de agua, que estaba feliz en el cielo; pero por un momento creí ver algo a lo lejos
- ¿Qué es eso?- pregunte ansiosa por que mis hermanas me contestaran contestaran.
-Eso, eso simplemente es la tierra.
-¿Tierra? se ve seca ¿Para qué sirve?
- Aunque no lo creas es el hogar de mucha gente, se extiende ampliamente y siempre habra lugar para todos.
-¿Quién querría vivir en un lugar así? el otro día me dijiste de los mares, que es adonde nos dirigimos ¿por qué no vive allí la gente?
-Porque no pueden, no es su ambiente, ellos necesitan vivir sobre tierra, pero necesitan también mucha agua para poder vivir, para poder hacer crecer sus plantas y para poder limpiarse de la tierra, es algo extraño pero sabes que no te miento.
Era extraño, en esa tierra por la que la nube pasaba no había mucha gente, de hecho vi que solo un hombre estaba allí, solitario y cuidando sus plantas, pero no tenia agua y sus plantas morían ¿Moriría también el eventualmente?
-Morirá – dijo otra de mis hermanas sin que yo preguntara- No lo ves, es un hombre, obstinado como solo ellos, no sedera ante el azote de la naturaleza, cree que puede ganar, aquí es un lugar muerto, nadie de nosotras querría bajar con él.
-¿Por qué no?
-Por qué no serviría de nada, de nada sirve una gota de agua para un hombre sin esperanzas.
EL resto de mis hermanas lo veían también, todas estaban tristes o burlonas; sabían que no podían hacer nada y eso era odioso; el hombre moriría y nadie hacia nada.
-No lo hagas tonta- dijo mi hermana y todas las demás me voltearon a ver- ¿De qué serviría? el morirá, eso es un hecho y tu muerte tampoco le será de ayuda ¿Qué no querías conocer el mar?
Yo quería, pero el hombre, moriría, moriría solo y lo supe, supe que no serviría de nada pero si ese hombre moría solo, yo no podría vivir con eso y tan fácil como se oye, me solté; caí con una velocidad muy grande y aterrice justo donde debía, caí en su mejilla y me fundí con una hermana salada, creo que se llama lagrima… estaba hecho, yo también moriría con este hombre, que en ese instante volteo al cielo y vio con alegría lo último que yo pude ver antes de desvanecerme.
Decenas, centenas, miles, millones de mis hermanas venían hacia nosotros; todas amaban al mar y odiaban la tierra, pero vinieron conmigo, por ese hombre… sin embargo era demasiado tarde para mí, yo ya no podía seguir allí así que me evapore y no supe mas; sin embargo, ahora mismo pienso

VALIÓ LA PENA


MORGAN OUT

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